El último dinosaurio vivo
Los grandes cocodrilos devoran decenas de ñues, cebras y antílopes en su migración de Kenia a Tanzania. Nada pueden hacer contra el más hábil y peligroso de los reptiles, el gran cazador milenario. Todos los años ocurre esta trágica escena en el rio Mara y sus afluentes, el reptil más grande y viejo del planeta, el ultimo dinosaurio vivo.
Ficha del cocodrilo actual
- Ojos: Vista muy aguda. Visión nocturna similar a la del búho. Cuenta con dos párpados externos más uno transparente que recubre el ojo cuando bucea. Probablemente distingue los colores.
- Nariz: Olfato muy desarrollado. Orificios nasales con válvulas de cierre para permitir la inmersión. Los ojos y la nariz están dispuestos sobre el plano de la cabeza, de forma que permiten al animal estar sumergido y, por tanto, ser invisible a sus presas, mientras respira y observa.
- Dientes: Diseñados para sujetar, no para masticar. Todos con la misma forma (isodontos). Se renuevan durante toda su vida.
- Cerebro: Muy desarrollado en comparación con el resto de los reptiles. Más próximo al de las aves. Corazón: Único entre los reptiles y más próximo al de los mamíferos. Con dos aurículas y dos ventrículos, lo que le facilita y favorece el aporte de oxígeno a las distintas partes del cuerpo durante las inmersiones.
- Patas: Con cinco dedos las delanteras y cuatro las traseras. Membranas interdigitales para ayudarlo en la natación.
- Escamas y escudos dérmicos: Blindan el cuerpo y lo ayudan a captar el calor del exterior que necesitan para mantener activo su metabolismo. Son excelentes armas defensivas. Sólo en la parte ventral son más blandas y, por tanto, vulnerables.
- Cola: Auténtico motor de impulsión en la natación, sirve también como estabilizador y como arma defensiva.
Los Cocodrilos aparecieron hace 200 millones de años. Cazaron a los grandes dinosaurios. Son los últimos supervivientes del grupo de los Arcosaurios, que significa "reptiles dominantes", un grupo que incluía también a los dinosaurios y pterosaurios, entre otros. ¿Qué les hizo superar a todos sus contemporáneos, perdurando hasta nuestros días? La respuesta la tenemos en la combinación de adaptaciones que manifiesta su cuerpo y que le permite superar los 70 años de edad. A pesar de su aspecto arcaico posee un alto nivel de especialización. De Hecho, su anatomía y comportamiento los relacionan más con las aves que con los lagartos: tienen conductos auditivos externos alargados como el éstas, molleja muscular, hacen nidos con material vegetal y, una vez que nacen sus crías, la madre las vigila hasta que se valen por sí solas. Toda una novedad en el mundo de los reptiles. Pero incluso tienen rasgos que van más allá y son más afines a los mamíferos que a las aves. Así su corazón, único entre los reptiles, cuenta con dos aurículas y dos ventrículos, lo que favorece la circulación y oxigenación bajo el agua. Por si esto no fuera suficiente, su cuerpo está blindado con duras escamas y escudos y posee una capacidad asombrosa para el buceo, la natación, el salto fuera del agua (logran sacar casi todo el cuerpo) y, lo que pocas personas sospechan, para la carrera fuera del agua. En definitiva, nos encontramos ante un superdepredador. Y, para completar su poder, muchas de sus especies cuentan con un tamaño formidable. Los cocodrilos del Nilo, los mismos que cazan nues y gacelas en el Mara, pueden llegar a medir seis metros. Sólo los cocodrilos marinos los superan al alcanzar los ocho y sobrepasar la tonelada de peso. Y aunque en tiempos existiera el Dinosuchus "cocodrilo terrible", que superaba los 12 metros y las seis toneladas, el tamaño de estos dos gigantes actuales es suficiente para poder matar casi cualquier animal que consideren comestible. Y todo le parece bueno a estos cocodrilos gigantes. Si esto es así con los cocodrilos actuales, ¿podríamos imaginar como sería el mundo con los grandes dinosaurios?
12 especies de cocodrilos
A pesar de su fama, de las 12 especies de cocodrilos que viven en la actualidad, sólo dos se pueden considerar como devoradoras de hombres: el cocodrilo marino y el cocodrilo del Nilo. Esta segunda especie tiene el triste récord de ser el animal que más vçictimas mortales deja en el año en África, si exceptuamos al mosquito portador de la malaria. Y no sólo son peligrosos para la gente que entra físicamente en el agua, sino para todos aquellos que lo hacen en canoas, lanchas o botes. Hace muy poco los titulares de la prensa internacional mostraban un ejemplo. En el mes de marzo, el doctor Richard K. Root, un afamado especialista del departamento de Enfermedades Infecciosas de la Washington Medical School, fue atacado por cocodrilos mientras navegaba en su canoa por el delta del Okavango. Los saurios consiguieron tirarlo al agua y, una vez allí, arrastraron su cuerpo hacia el fondo para devorarlo. Pese a los esfuerzos de los guardas locales resultó imposible recuperar el cadáver.
Por desgracia, pese a que son muy pocas las especies peligrosas para el hombre y que se trata de asombrosos animales adaptados a la caza y la superviviencia, que podrían contarnos la forma de sobrevivir a lo largo de las eras, los hombres los hemos perseguido como a una plaga, llevándolos al límite de la extinción en muchos países.
Tal vez, a pesar del desarrollo de la ciencia, no haya cambiado mucho nuestra percepción de estas reliquias del Mesozoico desde aquellas primeras noticias de la existencia de cocodirolos en China, cuando el célebre Marco Polo, en el siglo XIII, escribía: "Tienen una boca tan grande que pueden tragar a un hombre entero, atrapándolo con una boca repleta de grandes dientes puntiagudos. En pocas palabras, tienen un aspecto tan feroz, espantoso y repugnante que cualquier hombre o bestia que los contemple no puede más que temblar de miedo y horror ante semejante espectáculo"
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